15/7/09

Un ilustrador con perspectiva.

Descubrí a Roberto Innocenti con El último refugio, escrito por Patrick Lewis y lleno de referencias literarias y gráficas.
Enseguida quise tener TODOS sus libros ilustrados.

Busqué su página web sin éxito, aunque sí encontré numerosas referencias en diferentes espacios.
Todos coincidían al resaltar lo mismo: su talento.
Por algo recibió el Premio Hans Christian Andersen 2008, en la categoría de Ilustración, por la totalidad de su obra.


Primero me cautivó el uso y dominio de la perspectiva...
... luego, el color, la luz y la sombra, los reflejos...
...por último, su capacidad para obligarnos a hacer una parada y deleitarnos durante un tiempo sin límite en los abundantes detalles. Nunca me canso de verlos una y otra vez.


Algunas de sus ilustraciones recuerdan las descriptivas y pintorescas obras de Brueghel, con sus plazas llenas de gente ocupada.

Ilustraciones de Roberto Innocenti para el libro Las aventuras de Pinocho.

Juegos de niños de Pieter Brueghel.

Ambos artistas parecen haber pillado las escenas velozmente. Como una fotografía. Ningún personaje posa, cada uno está a lo suyo.
En la página de Imaginaria, en la que podemos leer su biografía y conocer su bibliografía en español, ven una clara similitud entre las siguientes imágenes:
Cazadores en la nieve, de Pieter Brueghel el Viejo.


Ilustración de Roberto Innocenti para el libro Las aventuras de Pinocho.

Parece que Brueghel es una de sus fuentes de inspiración. Aunque en la siguiente imagen siempre he visto la escena de Los comedores de patatas de Vincent van Gogh. (!!!)
Ilustración de Roberto Innocenti para el libro Las aventuras de Pinocho.


Los comedores de patatas de Vincent van Gogh.

Bien están los guiños al arte. Aunque, imaginación, no le falta.
Mirad y dejad volar la vuestra.
Ilustración para el libro Las aventuras de Pinocho.

Las ilustraciones sin pie de foto pertenecen al libro El último refugio.

5/7/09

Un lugar: La Pedrera.

Marguerite Yourcenar en su libro Una vuelta por mi cárcel dice: ¿Quién puede ser tan insensato como para morir sin haber dado, por lo menos, una vuelta a su cárcel?
Le hice caso y me fuí unos días a Barcelona, y por supuesto, visité la Casa Milá, más conocida como La Pedrera.
Patio interior.
Esta obra del arquitecto Antonio Gaudí te transporta a un mundo de fantasía con sus líneas curvas y sus formas orgánicas presentes tanto en la fachada como en el interior del edificio. Cuando parece que ya lo has visto todo, te encuentras con los arcos catenarios bajo la excepcional azotea llena de figuras hermosas e inquietantes.
Desde allí pueden verse otros monumentos destacados como La Sagrada Familia, con su eterna imagen rodeada de grúas, o la polémica intervención de la fachada de un edificio por el arquitecto Toyo Ito.
Sobrefachada de Toyo Ito. Paseo de Gracia.
Además de la muy recomendable visita física, también podemos hacer una visita virtual en la página La Pedrera Educación.

Su espacio interactivo está lleno de buenas ideas, como por ejemplo, la creación de metáforas visuales a partir de detalles del edificio.

O la posibilidad de crear un cómic de varias viñetas utilizando fondos en los que está presente la casa.Tiene una galería de diferentes personajes de los que puedes manipular el tamaño, la posición y la orientación. Todos con indumentaria propia de la época.
Éstos seguro que eran los lugares ideales para perderse y jugar.
Arcos catenarios.
Azotea.

Tenemos la posibilidad de insertar texto explicativo en cartuchos o diferentes tipos de globos, previsualizar nuestro trabajo e imprimirlo.

Os recomiendo ambas visitas.